domingo, 9 de octubre de 2011

Ghana una sonrisa

Las dos primeras semanas de agosto las pasé en Kenia. Se trataba de unas vacaciones en familia y una buena ocasión para volver a Africa, un continente que me fascina. Nos instalamos en el Sur, en Diani Beach, una playa paradisíaca con una gran oferta turística: kitesurf, snorkel, safaris... Pero no tardamos en darnos cuenta de que nos habíamos instalado en una diminuta burbuja que nada tenía que ver con la realidad de aquella zona. Una realidad llena de miseria. Todo el mundo sabe que en Africa hay problemas  pero creo que hasta que no lo ves con tus propios ojos, hasta que no haces un amigo y te cuenta su historia, no tomas consciencia de como están las cosas ahí. E intentas ayudar, quieres hacer algo por esa gente pero no siempre es fácil. Puedes dar caramelos, comida o dinero pero mañana ya se habrá acabado y lo único que podrán hacer es confiar en que cada día pase un turista generoso por ahí. Empecé a pensar y me di cuenta de que con mi cámara podía hacer cosas. Tuve que volver a España, pero con una idea clara. Quería volver a Africa a por historias que contar en Europa y así intentar sensibilizar a la gente. Era lo que podía aportar si quería ayudar, y era lo que más sentido le podía dar a mi trabajo.

Mi gran amigo Luis Barguñó hace 7 años emprendió un viaje a Ghana que no solo iba a cambiar su vida, sino también la de muchísima gente. Todo empezó como un voluntariado de un verano pero poco a poco la cosa fue creciendo. Esas ganas de ayudar y cambiar las cosas tienen hoy un nombre:  Ghana una sonrisa (www.ghanaunasonrisa.org), una ONG registrada en 2006 que ayuda en orfanatos rurales africanos con el objetivo de conseguir una vida digna para todos los niños que viven ahí. Y cuantas sonrisas han ganado. He tenido el privilegio de constatarlo con mis propios ojos siendo uno más durante dos semanas. Han sido días intensos, emotivos y muy gratificantes. 

Y traigo un documental que va a dar color a todas estas fotografías.  Espero que lo podáis disfrutar pronto. 










Handel

Handel es el resultado de muchas horas de trabajo, ganas e ilusión entre dos primos que se llevan muy bien.  Se trata de un proyecto que nace hace casi dos años en una comida familiar. David llevaba ya unos años haciendo Kite y acababa de llegar de Tarifa, donde había estado entrenando. Tras ponernos al día decidimos empezar a dedicarle algo de nuestro tiempo libre a un proyecto que tenía el objetivo de captar algun espónsor que se fijara en él y, al mismo tiempo, brindarle a mi bobina un nuevo trabajo del que quería estar orgulloso. 

La cosa empezó bien pero poco a poco nos fuimos dando cuenta de que el Kite es un deporte mucho más difícil de grabar de lo que nos imaginábamos. En primer lugar tener buenas condiciones para practicar freestyle no es fácil. Necesitas viento constante y mar plano, cosa que cuesta encontrar en el litoral catalán, es por ello que muchas veces te ves obligado a escaparte y buscar otros spots como, por ejemplo, Tarifa. Pero los partes nunca son 100% fiables y siempre corres el riesgo de encontrarte con condiciones que no son las que imaginabas. El año pasado bajamos dos veces a Tarifa sin suerte. Esto no hacía más que ralentizar nuestro proyecto.
Otro aspecto adverso era el técnico. Con los deportes acuáticos no siempre puedes poner la cámara donde te gustaría.  Necesitas recursos.  Los zooms no suelen ser suficientes para acercarte bien al rider y ver con detalle el truco que está haciendo. Si quieres planos cercanos o hacer buenos seguimientos vas a necesitar algún tipo de embarcación con motor y una buena steadycam. La GoPro tiene puntos muy buenos pero no siempre puedes confiar en ella para que te saque un buen encuadre, de modo que vas a tener que invertir en una buena carcasa acuática. Sin presupuesto veíamos que iba a ser difícil hacer un video como dios manda, pero no nos desesperamos y seguimos trabajando. El ver que David evolucionaba muchísimo, que cada mes se sacaba algún truco nuevo, nos tranquilizaba y nos demostraba que tampoco teníamos que tener tanta prisa.

En abril mis tíos empezaron a organizarse el verano y el destino que estaba cogiendo más fuerza era Kenia. Condiciones perfectas para el Kite y una gran oferta turísitica. A mi me apetecía mucho hacer un viaje donde pudiese navegar tranquilamente y huir de toda la masificación y el agovio caracterísitico de las spots catalanes en agosto. No solo eso sino que además iba a poder grabar a David en un entorno idóneo, así que no me lo pensé dos veces y me saqué el billete. Kenia no nos defraudó y pudimos lograr todos los objetivos que nos habíamos marcado. 

Hace casi un mes que colgamos el video, poco le falta para llegar a las 10 000 reproducciones y David ya tiene un buen espónsor (Best Kiteboarding). No sólo eso, los buenos resultados que ha obtenido en las diferentes pruebas del campeonato de España durante este verano le han proclamado uno de los mejores riders a nivel nacional, cosa que me llena de orgullo. Tanto él como su familia y yo, tenemos un vídeo que retrata grandes momentos que no olvidaremos nunca en el entorno que más felices nos puede hacer: la playa y el mar.